jueves, 12 de noviembre de 2009

EL GRAVE ASUNTO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR: ¿CÓMO Y QUIEN ESTÁN FORMANDO A NUESTROS JÓVENES?



Cuando yo era niña mi padre solía decir que había que ir a la universidad a formarse en cualquier área porque no existía nada más estimulante que el conocimiento. Por eso se esforzó mucho para que mis hermanos y yo recibiéramos un título universitario. Él estaba en lo cierto, pero era porque no conocía algunas experiencias de instituciones de educación superior en las cuales el conocimiento se inventa y el respeto hacia el mismo se ha perdido de manera bárbara. Las razones son variadas, pero se reducen a los recursos y al fracaso del sistema de educación superior. Los presupuestos son empleados de manera impropia, mal distribuidos y en ocasiones escasos.
La partida para contratar docentes es ínfima que no permite el ingreso de personal calificado, sino que acuden personas necesitadas (la mayoría desempleadas o sin ingresos fijos) no solo económicamente sino de autoestima, pues se inflan como globos cuando dicen “soy docente en tal o cual universidad” y no tiene las suficientes agallas para darse cuenta que no están calificados para el puesto. La oferta de carreras no se compagina con la demanda de las mismas y mucho menos con el mercado laboral, por lo que muchos egresados en determinada área pueden tener su título como adorno en una pared de su casa.
También se da el caso de la calidad del egresado es muy baja y no es contratado. ¿Pero a quien le toca la labor de supervisar la cantidad de cupos y la calidad de la educación impartida? Hasta ahora no ha habido luz en este túnel.

Caso 1: Universidades Privadas y Docentes Ineptos

Las universidades privadas con poco menos que una fábrica de chorizos que gradúan cantidad y no calidad. No todas son así y no todos los egresados encajan en este perfil, pero la inmensa mayoría de universidades e institutos de educación superior cobrar matrículas atroces y pagan sueldos de miseria.
La mayoría de estas organizaciones pagan a los docentes entre 4 y 12 bolívares fuertes la hora, lo que significa que para poder hacer mercado un profesor tiene que deslomarse todo el día, los 5 días hábiles. Esto ha traído como consecuencia que quienes postulen para estos cargos no siempre sea la gente más idónea o más calificada, sino personas con apuros económicos que aceptan lo que se les presente, además con los míseros pagos muchas veces estas personas deben “redondearse” con otras actividades y esto no les permite preparar bien sus clases. Por otro lado esta la patética y no menos ruin miseria humana -que nada tiene que ver con la económica- y que hace que personas como el caso del mal llamado profesor Pedro Alejandro Lava Socorro de la Universidad Santa María de Caracas, cuya arrogancia, ignorancia y petulancia son superadas solo por la imaginación de un director de cine.
Pedro Alejandro Lava Socorro es una bestia, no solo por su desconocimiento total sobre la Roma Antigua, donde la homosexualidad era vista con total normalidad, sino que siendo abogado desconoce que existen los Derechos Sexuales y Reproductivos que me da la potestad de tener la sexualidad que me de la real gana.
Luego de que a través de Youtube, Facebook y Twitter fuera rayado como una cebra por sus alumnos sin cojones para levantarse, enfrentarlo y decirle todo lo animal que es, la Universidad en decidió amonestarlo. Paño de agua caliente, debió ser despedido y afrontar cargos penales por violación a la Constitución y a la Declaración Universal de los Derechos Humanos por comparar a un homosexual con un ladrón de bancos o un narcotraficante. Me pregunto dónde está el Ministerio de Educación Superior.


Caso 2: Misión Sucre o Misión Imposible


Cuando me enteré que desde el gobierno nacía la iniciativa de crear un sistema de educación que fuera incluyente y que brindara la posibilidad a las personas de escasos recursos económicos de estudiar una carrera universitaria me pareció certera. Sin embargo, cuando fui invitada a dar clases allí descubrí que la realidad era otra. Según el proyecto de Misión Sucre se trata de municipalizar la educación superior para que la gente no tuviera que viajar mucha distancia. Para esto utilizarían los espacios ya existentes: colegios y liceos en todo el país. El asunto es que la mayoría de estas edificaciones tiene problemas de infraestructura: no tienen baños o están inutilizados, les falta iluminación, el techo tiene filtraciones, no tienen suficientes pupitres no parte usted de contar. Aunado a esto el pago de los docentes es también bajo (cerca de 13 mil la hora) y quienes no tienen un sueldo adicional no podrían vivir con él. Aquí se repite el mismo cuento de los dicentes poco calificados. Sin embargo, en Misión Sucre existe una peculiaridad y es que los alumnos y algunos profesores y coordinadores han desvirtuado el asunto de la “no exclusión” y cuando se aplaza a un estudiante por no cumplir con los requerimientos mininos de la cátedra reclaman por ser excluidos y apelan a unos derechos falseados para brincar de semestre en semestre sin estar preparados.

¿Hacia donde vamos entonces?

Sin caer en diatribas políticas sobre los temas que se discuten y se imponen en las universidades por ciertos docentes tanto opositores como adeptos al chavismo, creo que en las almas mater de nuestro país se está formado (o deformando) un buen grupo de personas (porque en todas hay gente muy, pero muy valiosa) con una gran incapacidad para resolver problemas relacionados con su área del saber, para razonar, para ser críticos ante determinadas situaciones y con una visión fragmentada de la realidad lo que los hace incapaces para afrontar cualquier reto que implique llevar a Venezuela a una situación de desarrollo que eleve la calidad de vida de sus habitantes… pero aún así nadie supervisa, porque sería ponerle el cascabel al gato o pedirle a un montón de pecadores que lanzaran la primera piedra.

martes, 3 de noviembre de 2009

AHORRAR O NO AHORRAR ENERGÍA Y AGUA: HE ALLÍ EL DILEMA

No es extraño que un día cualquiera lleguemos a nuestra casa y queramos ver televisión (tal vez la novela o tal vez el juego Caracas-Magallanes) y nos encontremos con una cadena presidencial, en la que el primer mandatario nacional haga un llamado a hacer uso racional de la energía, tratando de ahorrar agua o de no usar más electricidad de la que necesitemos.
Cada vez que oigo a alguien hablar de esto me intereso porque nuestro pobre planeta se está yendo irremediablemente a la mierda, al punto de que algunos genios de la tv han creado series como la de History Chanel titulada La Tierra después del hombre, en la que vemos a los grandes monumentos que han sido orgullo del hombre irse desvaneciendo en una hipotética, pero verosímil, desaparición del ser humano de la faz de la tierra. Este programa pone a veces los pelos de punta, sobretodo cuando las personas hemos desarrollado una petulancia sin límite y una soberbia enorme que nos ha hecho pensar que cuando no estemos el planeta desaparecerá.
Debemos ahorrar agua, debemos ahorrar energía eléctrica, debemos dejar de producir y consumir productos que no se biodegradan, debemos cuidar el planeta. Sin embargo, señor presidente, esta situación se logra con la educación y con leyes enfocadas a, por ejemplo, prohibir las bolsas plásticas que inundan los basureros y que tardan 150 años en desaparecer, no sin antes hacer daño al planeta y no con cortes irracionales de servicios que son imprescindibles para nuestra vida cotidiana.
No se puede educar con esa petulancia y esa soberbia que caracteriza al humano. No, no se educa invitándonos a bañarnos con una totuma, no. No se educa cortando la energía eléctrica, sino pidiendo uso racional de ella. ¿Pero como pedir esto si la mayoría de la gente no sabe como ahorrar energía eléctrica, ni agua, ni nada porque quienes deben encargarse de educar a la población se enfrascan en guerras políticas que no llegan a ningún lado? Guerra además que tiene sus estúpidas repercusiones: en días pasados un taxista me dijo que dio orden expresa a su esposa de no apagar nunca el aire acondicionado porque el odia al presidente y este no va a decirle como gastar la energía en su casa, pues es él quien paga las facturas… o…nos vamos al otro extremo: el locutor imbécil que en un acto de jalabolismo sin límite dice que en Valencia hay que quitar la energía eléctrica desde la una y hasta las cinco de la madrugada porque a esa hora nadie necesita de ella. El taxista es un ignorante e inconsciente que no tiene idea de que los aires acondicionados en su conjunto y encendidos constantemente contribuyen al recalentamiento global y por ende a que el planeta se vaya al carajo. El locutor es igualmente un ignorante e inconsciente que no sabe si hay gente (como esta servidora) que trabaja por su cuenta y que a veces trabaja en las noches o que existen personas que necesitan equipos eléctrico o médicos de los cuales dependen sus vidas o que, simplemente, es insoportable dormir sin un ventilador o un aire acondicionado o plaquitas anti zancudos tan válidas en estos tiempos de dengue.

¿Cómo ahorrar energía eléctrica en el hogar?



- Mantener las instalaciones eléctricas en buen estado: una instalación con defectos puede causar accidentes y gastos de más en la factura.
- Mantener en buen estado los aparatos electrodomésticos y usarlos adecuadamente.
- La televisión solo hay que encenderla si se va a ver.
- La plancha debe estar siempre limpia para que transmita mejor el calor.
- Las aspas de la licuadora deben estar en correcto estado y con filo.
- Los aires acondicionados se deben apagar cuando salgamos de la habitación.
- Las coberturas aislantes de calor, ahorran energía al hacer más frescos los edificios.
- Cambie los bombillos usuales por los ahorradores de energía.
Para que se usted tenga una idea, un kilowatt-hora equivale a la energía que consumen:
- Un bombillo 100 watts encendido durante diez horas
- Una plancha utilizada durante una hora
- Un televisor encendido durante veinte horas
- Un refrigerador pequeño en un día
-Una computadora utilizada un poco más de 6 horas y media
Según algunos ingenieros y entendidos en la materia en los hogares urbanos el 40% del consumo de electricidad corresponde a iluminación, el 29% a la nevera, el 13% a la televisión, el 6% a la plancha, el 5% a la lavadora y el 7% restante a otros electrodomésticos, como horno microondas, aspiradora y licuadora. Para los hogares con aire acondicionado el panorama cambia, pues sólo en aire acondicionado se va el 44% del consumo total.

¿Cómo ahorrar agua en el hogar?



- Cuando le sobre aceite (de freír, de latas de atún, etc.) no lo vierta por el fregadero, ni la poceta, porque resulta muy costoso y difícil depurar esa grasa de los desagües. Viértalo en una botella cerrada y tírela a la basura. En otros países existen alternativas más limpias aún, como almacenarlo y llevarlo a un punto de recogida municipal (punto verde), cuando tenga una cierta cantidad, pero a los alcaldes venezolanos les cuesta un poco parir ideas de este tipo.
- Lave la fruta y verdura en una taza o contenedor. Se ahorran 10 litros de agua.
- Al fregar los platos a mano, no lo haga con el grifo abierto. Enjabone primero y luego enjuague todo junto.
- Es preferible ducharse a bañarse en bañeras, porque se consume la cuarta parte de agua.
- Repare los grifos que gotean. Una gota por segundo se convierte en treinta litros al día. Ahorrará agua y lo notará en la factura.
- En los tanques de la poceta se puede introducir una o dos botellas en el depósito para reducir su capacidad.
- No deje el grifo abierto mientras se cepilla los dientes, puede malgastar casi 20 litros de agua. Sólo es preciso abrirlo para enjuagarse al principio y al final.
- Compre papel higiénico blanco, evite el de colores. Se necesitan sustancias químicas, muchas de ellas contaminantes, tanto para fabricarlo como para eliminarlo en las depuradoras. Lo más ecológico es el papel higiénico reciclado.
- Procure evitar los productos de limpieza más agresivos: entre otros, los limpiahornos, limpiadores de cuartos de baño, de alfombras, destapador de cañerías, desinfectantes, abrillantadores y diversos compuestos amoniacales concentrados. Al verter estos productos por el desagüe, se dificulta enormemente la posterior depuración de las aguas.
- Utilice la escoba en lugar de la manguera para limpiar patios y terrazas.
- Si riega el jardín, hágalo al amanecer o al anochecer, cuando el agua tarda más en evaporarse. Y recuerde que por regar más no se conservará mejor el césped: la mayoría de los jardines reciben más agua de la que necesitan.
El planeta lo agradecerá
El asunto no es si el presidente hace un llamado a ahorrar energía, el asunto es que el planeta está cada vez mas golpeado por nuestras acciones soberbias. Ahorrar energía y agua debe ser una conducta constante, una práctica diaria. Eso, obviamente no excusa a los organismos correspondientes de hacer el mantenimiento a los equipos y hacer las inversiones necesarias y prever el crecimiento poblacional. No se ahorra cortando el servicio arbitrariamente y sin avisar y tampoco invitado a la gente a bañarse con perolitos como en la antigüedad cuando no habían tuberías. El problema aquí es la Tierra no una postura política.